"El amor jamás se extingue..." (1 Corintios 13:8
NVI)
Cuesta menos de 20
segundos formarse una opinión negativa de alguien basada en la apariencia. Como
Thelma Wells expresa: "Es fácil hacer eso cuando alguien no se presenta,
suena, saluda o piensa como tú. Sin embargo, Juan dice: "Si alguien...
odia a su hermano... no puede amar a Dios..." (1 Juan 4:20 NVI). No puedes
amar a Dios si albergas sentimientos negativos contra alguien. Somos mucho más
que carne; somos seres espirituales, y nuestros dones, carácter, valores,
intelecto y pasiones dados por Dios son la base de nuestra identidad, no
nuestra estatura, peso, gestos, el color del pelo ni la edad.
Cuando nos damos cuenta
de que Dios nos ama aunque no le gusten algunas de nuestras actitudes y
acciones, es más fácil amar a los demás. Cuando
nos damos cuenta de que lo negativo que sentimos contra otros interfiere en
nuestro amor por Dios, amar se vuelve más fácil. Y cuando estamos en
comunión con nuestro Creador, pidiéndole que nos dé Sus ojos y Su corazón...
amar cuesta mucho menos. Jesús dijo: "¿Qué mérito tenéis al amar a quienes
os aman? Aun los pecadores hacen así..." (Lucas 6:32-33 CST). Puede que
nunca resulte fácil amar a ciertas personas, pero cuando eliges amarlas a pesar
de lo duro que sea, la recompensa siempre merece la pena".
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


