"Con sus plumas te
cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su
verdad." Salmo 91:4
¡Es un símil condescendiente en verdad! Justo de la misma
manera que una gallina protege a su camada y les permite anidar bajo sus alas,
así el Señor defiende a Su pueblo y le permite esconderse en Él. ¿No han mirado
a los polluelos atisbando por entre las plumas de la madre? ¿No han oído cuando
pían suavemente de gozo y contento? De igual manera cubrámonos con nuestro
Dios, y sintamos sobreabundante paz al saber que Él nos guarda.
Nosotros estamos confiados mientras el Señor nos guarda.
Sería extraño que no lo estuviéramos. ¿Cómo
podríamos desconfiar cuando el propio Jehová se convierte en casa y hogar,
refugio y descanso para nosotros?
Hecho esto, salimos a la guerra en Su nombre y gozamos
del mismo cuidado guardián. Necesitamos escudo y adarga, y cuando confiamos
implícitamente en Dios igual que el polluelo confía en la gallina, descubrimos
que Su verdad nos arma de la cabeza a los pies. El Señor no puede mentir; Él
será fiel a Su pueblo; Su promesa ha de permanecer. Esta verdad segura es todo
el escudo que necesitamos. Tras ese escudo desafiamos los dardos de fuego del
enemigo.
¡Vamos, alma mía, escóndete debajo de esas grandiosas
alas, piérdete en medio de esas blandas plumas! ¡Cuán feliz eres!
CHARLES SPURGEON - (Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")