"Yo os restituiré..." Joel 2:25
Dios puede
restituirte cualquier cosa que te haya arrebatado la vida. Quizás Él no te
conceda lo que quieres, pero sí lo que más te conviene. Y aun cuando tenga que
corregirte por tu desobediencia, si te arrepientes, Él te restaurará y
devolverá Su bendición. Es posible que te preguntes: '¿Y qué pasa con todo el
tiempo que he malgastado, las oportunidades que he desaprovechado y la vida
desastrosa que he llevado? He caído tan bajo que Dios no me puede alcanzar'. No
es verdad, con Dios hay esperanza. La Biblia dice: "He aquí que no se ha
acortado la mano del Señor para salvar, ni se ha endurecido su oído para
oír" (Isaías 59:1).
Después de despilfarrar toda la herencia que le había
dado el padre, el Hijo Pródigo volvió a casa, arruinado y avergonzado. Lo único que quería
era poder comer y trabajar con los criados. Pero en el momento en que dijo a su
padre 'Perdóname', éste pidió que lo vistieran con la mejor ropa, que mataran
la vaca más gorda y que le pusieran un anillo en su dedo, símbolo de que era restaurado
como hijo y miembro de la familia. Si miramos en el Antiguo Testamento, aun
bajo una ley imposible de cumplir, Dios dijo: "Cuando alguien robe un buey
o una oveja... por el buey pagará cinco bueyes, y por la oveja, cuatro
ovejas" (Éxodo 22:1). Ahora bien, si Dios estipuló eso para los que vivían
bajo la ley, antes del tiempo de la cruz, ¿cuánto más hará por aquellos a
quienes ha redimido Jesús? Así pues, puedes acudir a Él confiado, sabiendo que
es un Dios de restauración.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)