“Hermanos, gozaos en el
Señor.” Filipenses 3:1
El gozo del apóstol Pablo no se relacionaba con sus
circunstancias. Si hubiera estado vinculado a los placeres terrenales, a la
libertad, al prestigio, al éxito material o a la buena reputación, no habría
tenido gozo alguno.
El gozo de Pablo estaba centrado en su ministerio y era
indiferente a todo lo demás. Por eso pudo decirles a los filipenses: “Doy
gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis
oraciones rogando con gozo por todos vosotros” (Fil. 1:3-4). Tenía gozo a pesar de las dificultades,
siempre que avanzara la causa de Cristo.
Tenía gozo a pesar de los detractores, siempre que se
proclamara el nombre de Cristo. Tenía gozo a pesar de la muerte, siempre que se
exaltara a Cristo. Y tenía gozo a pesar de la carne, siempre que se ayudara a
la iglesia de Cristo.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA VERDAD
PARA HOY")