“Porque se cumplirá lo
que le fue dicho de parte del Señor.” Lucas 1:45
Isaías 7:14 dice: “El Señor mismo os dará señal: He aquí
que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.
Esa virgen se llamaba María.
Sin embargo, el nombre Emanuel es la clave de este
versículo, y el corazón de la historia de la Navidad. Es un nombre hebreo que
literalmente significa “Dios con nosotros”. Es una promesa de la deidad
encarnada, una profecía de que Dios mismo aparecería como un niño humano,
Emanuel, “Dios con nosotros”. Ese niñito
que iba a nacer sería Dios mismo en forma humana.
Si pudiéramos condensar todas las verdades de la Navidad
en solo tres palabras, estas serían las palabras: “Dios con nosotros”. Tenemos
la tendencia a enfocar nuestra atención en Navidad en la infancia de Cristo. La
más grande verdad de esa festividad es su deidad. ¡Más asombroso que un niño en
el pesebre es la verdad de que este niño prometido es el Creador omnipotente de
los cielos y la tierra!
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA
VERDAD PARA HOY)