“Revestido del nuevo
[hombre], el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el
conocimiento pleno.” Colosenses 3:10
Vivimos en un mundo caído, y como resultado, nuestra
mente renovada necesita constante limpieza y renovación. El agente principal de
Dios para purificar nuestro pensamiento es su Palabra (Jn. 15:3; Ef. 5:26).
El Nuevo Testamento nos llama a la disciplina mental de
pensar debidamente. Colosenses 3:2 dice: “Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra”. Primera de Pedro 1:13 dice: “Ceñid los lomos de
vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia… cuando
Jesucristo sea manifestado”. Y a menudo
Pablo les dijo a sus oyentes que pensaran debidamente y no fueran ignorantes.
También el Antiguo Testamento nos llama a pensar
debidamente. El rey Salomón dijo: “Si inclinares tu corazón a la prudencia, si
clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz… Entonces entenderás
el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios” (Pr. 2:2-5). El conocimiento de lo bueno requiere iniciativa y
esfuerzo. Pero si usted es fiel haciendo el mayor esfuerzo, Dios le dará
entendimiento (cp. Sal. 119:34).
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA VERDAD
PARA HOY")