“La paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento.” Filipenses 4:7
El versículo de hoy promete calma o tranquilidad interior
al creyente que ora con una actitud agradecida. Observe que no promete cuál
será la respuesta a nuestras oraciones. Esa paz “sobrepasa todo entendimiento”, lo cual se
refiere a su origen divino. Trasciende el intelecto, el análisis y la agudeza
de los seres humanos. Ningún consejero humano puede dársela a usted porque es
un don de Dios.
El verdadero reto de la
vida cristiana no es eliminar toda circunstancia desagradable de su vida, sino confiar en el infinito, santo, soberano y poderoso
Dios en medio de toda situación.
Jesús dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí
tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al
mundo” (Jn. 16:33). Así que comience a vivir en el plano sobrenatural,
reconozca que vive en un mundo caído, y permita que Dios haga su obra perfecta
en usted. Y Dios le dará su paz cuando se entregue confiado en sus manos.