“Mas yo con voz de
alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de
Jehová.” Jonás 2:9
Es asombroso que el profeta Jonás diera gracias a Dios
mientras estaba en el vientre del gran pez (Jon. 2:1). ¿Cómo reaccionaría usted
si estuviera en el lugar de Jonás? Tal vez clamaría: “¿Qué estás haciendo,
Dios? ¿Dónde estás? ¿Por qué está sucediendo esto?” Pero Jonás reaccionó de
manera diferente: “Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno
del Seol clamé, y mi voz oíste” (v. 2). Después describió su hundimiento en el
mar y la seriedad de su dilema (vv. 3-5)
No obstante, en medio de tan difícil situación, Jonás
oró: “Tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Cuando mi alma
desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo
templo” (vv. 6-7). Aunque tenía sus debilidades, Jonás demostró una gran
estabilidad espiritual en su oración. Confió en el poder de Dios para librarlo
si quería. De igual manera, la paz de Dios lo ayudará a usted si reacciona ante
las circunstancias con acción de gracias.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA
VERDAD PARA HOY")