"...HABÉIS SIDO COMPRADOS POR PRECIO..." 1 Corintios 6:20
El segundo derecho de
Dios sobre tu vida se lo da el Calvario. Se cuenta la historia de dos amigos
que estudiaron la carrera de Derecho juntos. Uno llegó a ser juez, el otro
violó la ley y acabó en el juzgado. ¿Y quién era el juez? Su amigo. ¿Cómo podía
ser misericordioso y justo al mismo tiempo? Se quitó la toga de juez, se fue al
banquillo del acusado y dijo: 'No sólo soy amigo de este hombre; hoy soy su
salvador. Pagaré todas sus deudas'. En la cruz, Dios tomó todos tus pecados y
los puso en la cuenta de Jesús, y tomó toda la justicia de Cristo y la puso en
tu cuenta. En el momento en que confías en Jesucristo como tu Salvador, ya no
estás bajo la sentencia de muerte.
El valor de algo viene determinado por el precio que el
comprador esté dispuesto a pagar. En el Calvario, Dios dijo: 'Así es como te
amo'. Y tu Creador se convirtió en tu Redentor. Como dice el himno: "El
Creador del universo se hizo hombre y por el hombre se hizo maldición. Pagó la
justicia de la ley con el precio más alto de su propia vida". Dios siempre
eligió a algún hombre para cumplir Sus propósitos en la tierra. Para sacar a
los israelitas de Egipto, usó a Moisés; para desafiar a los profetas de Baal,
usó a Elías. Pero cuando se trató de nuestra salvación, Dios "vio que no
había nadie y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese..."
(Isaías 59:16). Lo bueno es que cuando Dios no pudo encontrar un hombre idóneo,
Él mismo se hizo hombre, a fin de que nosotros que somos hijos de hombres
llegáramos a ser hijos de Dios. ¡Qué impresionante!
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1,7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional Diario "LA PALABRA
PARA HOY")


