"...RECIBE SU SALARIO EN SACO ROTO" Hageo 1:6
En la Biblia
encontramos cuatro clases de dadores. Durante los próximos días vamos a
considerar cada uno de ellos. Dadores de saco. En los días del profeta Hageo,
los israelitas estaban tan ocupados enriqueciéndose que no tenían tiempo para
Dios. ¿Te suena? Así que Él les dijo: "¿Es acaso para vosotros tiempo de
habitar en vuestras casas artesonadas, mientras esta Casa está en
ruinas?... Meditad bien sobre vuestros
caminos. Sembráis mucho, pero recogéis poco... y el que trabaja a jornal recibe
su salario en saco roto... Buscáis mucho, pero halláis poco; lo que guardáis en
casa yo lo disiparé con un soplo. ¿Por qué?, dice el Señor de los ejércitos.
Por cuanto mi Casa está desierta, mientras cada uno de vosotros corre a su
propia casa" (Hageo 1:4-9)
Si quieres que Dios
se interese por tu casa, interésate tú por la Suya. Si quieres que bendiga tu
casa, bendice tú la Suya. Si quieres que provea para tu casa, provee para la
Suya. Si te preguntas cuánto debes dar, Dios estableció un mínimo con el diezmo
de tus ingresos (Levítico 27:32). Lo que des por encima de eso, vendrá
determinado por tres cosas:
a) Tu capacidad de dar. "Cada uno presentará su ofrenda
conforme a la bendición que el Señor, tu Dios, te haya dado" (Deuteronomio
16:17).
b) Tu deseo de cosechar. Dios
"...multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos..." (2
Corintios 9:10).
c) Tu amor. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" (Mateo 22:37).
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1,7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional Diario "LA PALABRA
PARA HOY")