"YO TE HE GLORIFICADO EN LA TIERRA..." Juan
17:4
Al final de su vida
en la tierra, Jesús pudo orar: "Yo te he glorificado en la tierra; he
acabado la obra que me diste que hiciera" (Juan 17:4). Jesús no compitió
con Juan el Bautista, ni imitó a ningún otro profeta del Antiguo Testamento. Él
sabía bien lo que el "éxito" significaba para Él. Para que tú también
lo sepas, debes:
1) Discernir lo que de verdad es. Cuando otros se
sienten bien contigo, eres popular; pero cuando tú te sientes bien contigo
mismo, eso es éxito. El mayor gozo de la vida se desprende de cumplir tu
llamado principal.
2) Antes de proponerte metas, ora. "Reconócelo en
todos tus caminos y Él hará derechas tus veredas" (Proverbios 3:6). No hay
nada malo en marcarse metas; lo malo es hacerlas sin consultar primero con
Dios.
3) No esperes que otros te vayan a aportar el éxito. No esperes a recibir
flores; Dios te dio semillas, así que empieza a sembrarlas tú mismo.
"Presta mucha atención a tu propio trabajo, porque entonces obtendrás la
satisfacción de haber hecho bien tu labor y no tendrás que compararte con
nadie" (Gálatas 6:4 NTV). Además, al mostrarte menos necesitado, más
personas querrán estar a tu lado.
4) Deja de ser el centro de atención; no eres tan
importante.
Un líder religioso estaba orando un día: 'Padre, ¿por qué es que el diablo
siempre me está recordando el pasado?' Dios le respondió: 'Porque ya no le
queda mucho más material nuevo'. Arrepiéntete del pasado y avanza. Dios dice:
"...No me acordaré de tus pecados" (Isaías 43:25). El único motivo
por el que saques a relucir el pasado es para aprender de él y volverte más
sabio.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1,7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional Diario "LA PALABRA
PARA HOY")