“¡Ayúdanos… por la gloria de tu nombre!” (Salmo 79:9)
Durante quince años,
Mike Cleveland, piloto de avión y fundador de la organización “Liberar a los
Cautivos”, luchó sin éxito contra su adicción a la pornografía de internet,
algo que repercutió negativamente en su vida, su matrimonio y su familia. La
espiral de lujuria lo esclavizó “hasta que no había un solo momento del día en
que estuviera libre de ese dominio atormentador”. Un ciclo de oraciones para
liberación daba paso a otro de indulgencia en la pornografía, películas XX y
chats de índole sexual, lo que le sumergía en un nuevo pozo de oscuridad,
desesperación y desprecio de sí mismo. Anhelaba escapar del lodo de ese
infierno secreto de pecado que estaba destruyendo su alma, pero todos los vanos
intentos le dejaban desquiciado y sin cambios, convencido de que no era posible
librarse de todo eso. Mike leyó libros de superación personal, visitó a
consejeros y amigos; pero sin solución. Cada nueva decepción, al ver que todo
esfuerzo era inútil, le llevaba a un mayor sentimiento de culpabilidad y
recriminación.
Cuando su esposa le
insistió como último recurso (todos los otros remedios habían fallado) que
fuera a ver a su pastor, las luces de esa prisión lúgubre se volvieron a
encender. Mike entendió que “…La
salvación viene del Señor” (Jonás 2:9) y que las reglas son dictadas por Él.
Sus motivos anteriores para deshacerse de la adicción –salvar su matrimonio
para no perjudicar a sus hijos; dar un buen ejemplo cristiano, puesto que
además era graduado del seminario teológico y predicador –estaban llenos de
“excusas y escapatorias” y el resultado había sido desastroso. Su pastor le
enseñó que la única motivación para liberarse y mantenerse limpio era el
compromiso serio de glorificar a Dios en todas sus decisiones, porque Dios
libera a los desesperados “…por la gloria de (Su) nombre” (Salmo 79:9). Cuando
Mike aprendió que “…hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de
Dios” (1 Corintios 10:31 CST), empezaron a abrirse las puertas de la libertad
de años de adicción sexual. Y las tuyas también se pueden abrir.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1,7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional Diario "LA PALABRA
PARA HOY")