"Sean como los siervos que están pendientes de que su señor regrese de una fiesta de bodas: en cuanto su señor llega y llama, ellos le abren enseguida." Lucas 12.35-40
Reconozco que vivo pendiente de la hora. Soy fanático de la agenda y de los horarios. Es parte de mi rutina. Todo programado. Sin embargo, no sufro por ello. He aprendido a aprovechar bien el tiempo y hasta me sobra para asumir nuevas tareas, aunque no dejo de mirar el reloj a cada instante.
Todos vivimos pendientes de algo. Hay gente que vive pendiente de los demás, del dinero, de la política, de los medios. Puede ser por una necesidad particular, aunque también puede convertirse en una adicción. Jesús quería que sus discípulos vivieran pendientes de su regreso y para ello les contó algunas parábolas. Esto les daría esperanza y fuerzas cuando se sintieran solos o descorazonados.
En una de esas parábolas, usó el ejemplo de los siervos que aguardaban el regreso de su amo de una fiesta de bodas. Debían mantenerse despiertos, preparados para abrirle ni bien llegara. En recompensa, el amo los haría sentar y les serviría. Evidentemente eran costumbres de aquella época. Jesús felicita, llama dichoso a quien está preparado y pendiente de su regreso. Esto le permitirá tomar buenas decisiones, aprovechar bien el tiempo, elegir lo correcto, valorar lo trascendente, mantener la fe y la esperanza. Es cierto que no sabemos cuándo ocurrirá, pero lo cierto es que tarde o temprano sucederá y necesitamos estar preparados.
Cristo estuvo pendiente de nosotros todo el tiempo. Dio su vida para salvar la nuestra y sigue pendiente de nosotros para que no perdamos la fe que nos ha dado. La lectura diaria de la Palabra de Dios y la oración son dos formas de estar pendientes de su llegada.
ORACIÓN. Gracias, Señor, por tus promesas. Hay cosas pendientes que aún nos tienes preparadas. Ayúdanos a estar preparados para tu regreso y para encontrarnos contigo. Amén.
Para reflexionar:
* ¿De qué cosas o personas estás pendiente a diario?
* ¿De qué manera mantienes viva la esperanza en el regreso de Jesús?
* ¿Cómo te ayudan la Palabra de Dios y la oración a estar pendiente de la venida de Jesús?
PARA EL CAMINO – (DEVOCIONAL “ALIMENTO DIARIO”)