“...el que beba del agua que yo le daré no tendrá
sed jamás...” Juan 4:14
Una canción de
Johnny Lee dice así: “Buscando amor en los lugares equivocados”. Y eso era lo
que hacía la mujer que Jesús conoció en Samaria junto a un pozo. Esta es su
historia:
1) Probó con la religión pero no la sació. Le dijo a
Jesús: “Nuestros antepasados adoraron en este monte, pero vosotros los judíos
decís que el lugar donde debemos adorar está en Jerusalén” (Juan 4:20 CST). La
samaritana poseía conocimientos religiosos que no satisfacían los anhelos de su
corazón. ¿A ti también te ha pasado lo mismo?
2) Probó con las relaciones sentimentales y le
fallaron. Jesús le dijo: “...Cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es
tu marido” (Juan 14:18). ¿Te identificas? La relación que más necesitas es la
que Jesús te ofrece.
3) Probó con Jesús y Él sació su alma. Cuando Jesús
le dijo: “...El que beba del agua que Yo le daré no tendrá sed jamás...”, ella
respondió: “Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed” (Juan 4:14-15).
La religión sin
una relación personal con Dios te dejará insatisfecho y desilusionado. Es como
beber agua salada; cuanta más bebes, más sed tienes. La religión desprovista de
una relación con Cristo es como un chupete; por mucho que el bebé lo chupe no extraerá
ningún alimento. Quizá algunos cristianos te hayan decepcionado o la iglesia te
haya hecho daño. Si es así, la palabra de hoy para ti es: No descartes la
religión hasta haber probado con Jesús, pues solo Él puede saciar tu alma.
BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA
PARA HOY")