miércoles, 15 de marzo de 2017

Pasos hacia la victoria sobre los celos 15 marzo





“Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando.” Hechos 13:45  (Leer: Romanos 13:13; 1ª Corintios 3:1-23)


Ahora hemos de considerar los pasos para liberarnos de los celos:


1. Recuerda esto: Los celos te rebajan y te vuelven incapaz de ganar el amor de la persona amada. Una persona celosa frustra sus propios propósitos. Los celos no ganan amor, lo pierden. No es posible amar a una persona celosa; no es posible amarla de veras, sin restricciones. Los celos son indignos de amor, tiesos, pasibles de sospecha. Es posible ser celoso o digno de ser amado. Pero no ambas cosas.


2. Considera los celos como egoísmo. Si eres celoso, es porque estás centrado en ti mismo.


3. Ve hasta la raíz y rinde tu "yo" recalcitrante a Dios y los celos desaparecerán faltos de raíz. Al rendirnos a Dios venimos a ser parte de una comunión en la que somos “miembros los unos de los otros.” Y si somos miembros los unos de los otros, un buen dirigente será mi órgano de habilidad directiva, un buen cantor mi órgano de canto. No tengo por qué estar celoso, porque la otra persona es un “órgano” mío.


4. Desde que te has rendido a Dios no tienes por qué estar vigilando a ver qué le ocurre a ésta, aquélla o la otra persona. Tu aprobación y tu gozo vienen de Dios. Pedro dijo a Jesús: “Señor, ¿y éste, qué?” Y la respuesta: “¿qué a ti? Sígueme tú” (Juan 21:21-22). Pedro tenía un resto de celos hacia Juan. Pentecostés todavía no lo había quemado y por eso miraba en dirección a Juan, en lugar de mirar en dirección a Jesús.


5. Rendido a Dios, ahora te trazas un plan único; un plan que ningún otro podrá cumplir. Cuando los discípulos de Juan vieron que Jesús se adelantaba a su maestro dijeron: “Rabí, el hombre… del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza y todos vienen a él.” Juan respondió que él era el amigo del novio, “Este es mi gozo, y es cumplido” (Juan 3:26,29). En otras palabras: “Yo sé cuál es mi lugar, he encontrado mi puesto y estoy feliz en él.”


6. Di todo lo bueno que puedas de la persona de quién te sientes tentado a estar celoso. Al hacerlo, tu actitud cambiará del celo al amor, especialmente si oras por esa persona cada vez que escuchas su nombre.


ORACIÓN. Oh Padre amante, ayúdame a regocijarme en el gozo de todos tus hijos; ayúdame a sentirme triunfante con el triunfo de todos; ayúdame a sentirme honrado cuando alguien lo es; ayúdame a amar con un amor creador. Amén.


AFIRMACIÓN PARA EL DÍA. “Cuando Se llenó de amargura mi alma…” (Salmos 73:21). Pero mi corazón ya no está amargo, porque deseo lo mejor para todos.




E. STANLEY JONES - (DEVOCIONAL DIARIO “EL CAMINO”)










TRADUCCIÓN