martes, 7 de marzo de 2017

Donde consideramos el hastío 7 marzo





“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia” Eclesiastés 12:1-2  (Leer: Eclesiastés 12:3-8)


En un libro estimulante: “Cómo no cansarse nunca”, Mary Beynon Ray clasifica al hastío como el Enemigo N° 1. En segundo lugar incluye al Temor. Dado el énfasis que ella hace en el cansancio, es probable que el hastío origine más cansancio que otra cosa. Pero yo he incluido intencionalmente el hastío hacia el final de la lista de los enemigos de la personalidad, porque me parece tanto una consecuencia como una causa. Nos sentimos hastiados porque percibimos que nuestra vida no resulta, que no estamos en el Camino. El hastío es pues el resultado, de un sentimiento de vivir fútilmente. Es cierto que el resultado se transforma en causa. Estamos hastiados y luego nos cansamos. El hastío produce cansancio. Pero el mismo hastío es originado en un sentimiento de insatisfacción.

Esto se advierte en las palabras de Edmundo Gosse: “Tú hablas de la paz que traen los años. Pero a mí ninguna paz me han traído. La vida es agradable, pero no puedo evitar el terror al pensar que esta suficiencia de los sentidos toque a su fin. No tengo idea de cómo me parecerá el universo espiritual, porque no he tenido ningún atisbo de él desde que era pequeño.” Estaba hastiado y hasta aterrorizado de la vida porque no sabía cómo vivirla. Instintivamente sabía que no estaba en el Camino.

Pero, aun siendo un subproducto, el hastío puede ser y es devastador. “El hastío del trabajo doméstico”, dice Mary Baynon Ray, “ha vuelto ciegas a algunas mujeres, el hastío del esposo las ha vuelto tullidas y el hastío por una suegra las ha vuelto paralíticas.” Mucha de esta gente hastiada, cree estar físicamente enferma, ¡y lo están! Pero la causa de su enfermedad no es física, sino mental y espiritual. Otro autor confirma este hecho: “Más del cincuenta por ciento de las enfermedades son de origen mental. Más de la mitad de la carga que el país soporta por manutención de hospitales corresponde a casos mentales, y una gran parte de esta gente cree que sus enfermedades son de origen físico.” El hastío retarda el funcionamiento de la maquinaria de vira; el interés la hace funcionar de nuevo.


ORACIÓN. Oh Cristo viviente, que caminaste por la Tierra como sano en medio de los enfermos, como fuerte entre los débiles, radiante entre los hastiados y alerta en medio de los cansados, dame el agua de tu fuente de vida. Muéstrame cómo vivir de tal manera que tampoco yo me canse nunca y nunca quede exhausto. Porque constantemente recurriré a tus recursos. Amén.


AFIRMACIÓN PARA EL DÍA. "Bebe de tu propia cisterna, bebe agua fresca de tu propio pozo" (Proverbios 5:15).




E. STANLEY JONES - (DEVOCIONAL DIARIO “EL CAMINO”)










TRADUCCIÓN