“… Si fueres a
la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la
izquierda” Génesis 13:9 (Leer: Génesis 13:1-18)
En algunas culturas, se espera que un joven permita que
una persona mayor entre primero a una habitación. En otras, entra antes el
individuo más importante o de mayor rango. Al margen de las tradiciones, a
veces, nos resulta difícil dejar que otro elija primero en cuestiones
importantes; en especial, cuando ese derecho nos pertenece a nosotros.
Abram (llamado después Abraham) y su sobrino Lot tenían
tantos rebaños, ganado y tiendas que la tierra no era suficiente para ambos
mientras viajaban juntos. Para evitar conflictos, Abram sugirió que se
separaran, y permitió generosamente que Lot escogiera primero. Su sobrino
eligió el fértil valle del Jordán, y le dejó a su tío la región menos deseada.
Abram, en vez
de imponer sus derechos como el mayor, confió su futuro a Dios: «Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado
entre nosotros dos […]. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que
te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a
la derecha, yo iré a la izquierda» (Génesis 13:8-9). Al final, la elección de
Lot trajo consecuencias terribles a toda su familia (ver Génesis 19).
Hoy, al enfrentar diversas decisiones, podemos confiar en
la guía de Dios. Él prometió cuidarnos y suplir siempre nuestras necesidades.
Señor, guíame hoy a elegir bien.
«Dios siempre da lo mejor a aquellos que dejan la
elección en sus manos». Jim Elliot
(La Biblia en
un año: Marcos 15:1-25)
DAVID C.
MCCASLAND - (DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")