“… [El amor]
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…” 1ª Corintios 13:7-8 (Leer: 1ª Corintios 13:4-8)
La voz le temblaba al hablar de los problemas que tenía
con su hija. Preocupada por las amistades problemáticas de esta adolescente, la
mamá le había confiscado el teléfono celular y la acompañaba a todas partes. La
relación parecía ir de mal en peor.
Cuando hablé con la muchacha, descubrí que ama
profundamente a su madre, pero que el amor asfixiante de la mamá la sofocaba.
Anhelaba ser libre.
Al ser imperfectos, todos luchamos con las relaciones
interpersonales. Seamos padres o hijos, solteros o casados, nos cuesta expresar
amor de la manera adecuada, y decir y hacer lo correcto en el momento
apropiado. El amor va madurando durante toda la vida.
En 1ª Corintios 13, el apóstol Pablo describe el amor
perfecto. Sus estándares suenan
maravillosos, pero ponerlos en práctica puede resultar desalentador.
Gracias a Dios, tenemos a Jesús como ejemplo. Al interactuar con personas con
diversas necesidades y circunstancias, nos demostró cómo es el amor perfecto en
acción. A medida que caminemos con Él, permanezcamos en su amor e impregnemos
nuestra mente con su Palabra, lo reflejaremos cada vez más. Seguimos cometiendo
errores, pero Dios puede resolverlos y sacar algo bueno de cada situación, ya
que su amor «todo lo soporta» y «nunca deja de ser».
Señor, ayúdame a seguir tus ejemplos de amor.
Para mostrar su amor, Jesús murió por nosotros; para
mostrar nuestro amor, nosotros vivimos para Él.
(La Biblia en
un año: Marcos 10:1-31)
POH FANG CHIA -
(DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")


