Año 1 - Semana: 50 - Día: 6
LEE Miqueas 4:1-13
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Lo que vendrá jamás se ha visto antes sobre la faz de la tierra.
MEDITA. Podríamos haber titulado la nota de hoy: "El día
después" y también habría quedado bien. Porque el escenario ha cambiado,
la ira de Dios se ha detenido, las palabras duras ahora son de aliento y el
dedo levantado fue reemplazado por una mano que acaricia.
Aunque "los
postreros tiempos" son tiempos todavía futuros, ¡qué paz nos inunda cuando
leemos cómo el Rey Jesucristo reinará sobre la Tierra! (1-2). Justicia, paz,
orden, equidad, seguridad ya no serán un reclamo; serán una realidad (2-4).
Miqueas rubrica estas promesas afirmando que son ya una realidad, aunque no se
haya cumplido el tiempo porque no es él quien ha hablado; son una realidad
porque el Señor ha hablado. (4) Al igual
que Josué, Miqueas da un paso al frente, como mostrando al pueblo el camino a
seguir. (5)
Miqueas vuelve a
cambiar de auditorio. Les habla a los deportados, al remanente fiel al Señor y
les asegura que estas promesas son para ellos, los lastimados, descarriados y
afligidos (6-8). ¿Cuál es la magnitud de la restauración? Miqueas la compara
con la gloria primera del reino, como en los tiempos de oro de David y Salomón
(8). ¿Esa restauración será definitiva, eterna? Viene la respuesta. Se produce
un cambio abrupto. Miqueas anuncia el peligro venidero (11-13) y nos describe lo
que más tarde ampliaría Juan en Apocalipsis 16:13-16 y 19:17. La restauración
definitiva se produce después de Armagedón, cuando el Señor Jesucristo vuelva
por segunda vez.
APLICA. ¿Cómo andas caminando por la vida:
en derrota o en la victoria del Señor? Tu actitud frente a las adversidades de
la vida influye en alguien a tu lado. Di como Miqueas: "Yo andaré en la
victoria de Jesucristo, hoy y todos los días".
ORA. Señor, pon en mis ojos la visión de Cristo reinando en poder
para que todo lo que haga lo vea a través de este cristal de victoria.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)