miércoles, 28 de diciembre de 2016

Ponte el manto de alegría 28 diciembre





“… manto de alegría en lugar del espíritu angustiado”  Isaías 61:3


La alabanza funciona como una lupa: lo que miras con ella se hace mayor, se “engrandece”. David escribió: “Engrandeced al Señor conmigo y exaltemos a una Su Nombre” (Salmos 34:3-4). Es un error esperar a no tener problemas, o menos problemas, o a que tus problemas estén resueltos para alabar a Dios. La alabanza es una de las claves bíblicas para la resolución de problemas, porque te hace poner la mirada en Dios, la persona más capaz de aportar soluciones. Carlos Spurgeon comentó: “Mis momentos más felices son cuando estoy adorando a Dios, alabando de verdad al Señor Jesucristo … En esa adoración me olvido de las preocupaciones de la iglesia, y de todo lo demás. Para mí es lo más cercano a cómo será en el cielo”
                
Dios te ha prometido “manto de alegría en lugar del espíritu angustiado” (Isaías 61:3). Opera así: cuando empiezas a alabar a Dios con un corazón angustiado, poco a poco te va inundando un nuevo sentir de esperanza y alegría. La adoración es un recordatorio de que Dios es más grande que la situación que enfrentas y que no solo Él es capaz de manejar tus asuntos sino que también está dispuesto a hacerlo, está listo y esperando el momento. Escribió el salmista: “¡Siete veces al día te alabo…!” (Salmos 119:164). Llena tu día con alabanza. No solamente hagas pausas para tomar café; haz también “pausas de alabanza”. Alaba a Dios por dos cosas:


1) Sus atributos. Su poder, amor, gracia, favor, dirección, etc.

2) Sus hechos. Trae a la memoria las bondades que ha tenido para contigo. Venga; deja el espíritu angustiado y ponte el manto de alabanza.



BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")









TRADUCCIÓN