“...Moisés ... se puso ante [Dios] en la brecha...”
(Salmos 106:23 NVI)
A veces Dios
actúa soberanamente, sin darte ningún aviso o explicación. Otras veces actúa
como respuesta a la oración. Las oraciones de Rees Howells, recopiladas en el
libro El intercesor galés, fueron tan impactantes que se les atribuye el hecho
de frustrar el plan de los Nazis y de influir en el devenir de algunos sucesos
de la Segunda Guerra Mundial. Hay que agradecerle a Dios nuestros conocimientos
y capacidades, pero algunas cosas solo ocurren cuando “persistimos en la
oración” (Hechos 6:4). La Biblia dice que Dios hubiera destruido al pueblo de
Israel “de no haberse impuesto Moisés delante de Él, a fin de apartar su
indignación para que no los destruyera” (Salmos 106:23). Detrás de los
despertares espirituales más significativos de la historia, hay una fuerza
oculta y anónima conocida como “los intercesores”. Muchas de las victorias que
hoy celebramos abiertamente, primeramente fueron ganadas por personas que
persistieron en el “lugar secreto” de la oración.
Se trata de un ministerio especializado al cual
Dios te podría estar llamando. Aunque no puedas salir de casa por
problemas de salud, con oración puedes coartar las acciones de Satanás y
frustrar sus bien tramados planes. Puedes clamar al cielo en cualquier
situación, en cualquier lugar, en cualquier momento y por cualquier persona.
¡Con razón Satanás nos quiere hacer subestimar el poder de la oración
intercesora y trata por todos los medios de que no persistamos en ella! Además,
en la oración no hay distancias. Dios nos dijo: “Pídeme y te daré por herencia
las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra” (Salmos 2:8). Es
hora de que vayamos más allá de nuestras oraciones de ‘Bendíceme Señor’ y que
comencemos a reclamar cosas más grandes para Dios. Cuando lo que declaramos en
la tierra está alineado con lo que Dios ha decretado en el cielo, ¡eso se
cumplirá! (Véase Mateo 18:18).
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")