jueves, 17 de noviembre de 2016

¡Viva el rey! 17 noviembre





Año 1 - Semana: 46 - Día: 6



LEE 1 Reyes 4:1-34 La actitud del pueblo de Israel ante Salomón fue de armonía.


MEDITA. La experiencia de Israel con Salomón como rey fue especial. Ahora, los que creemos en Dios, sabemos quién es nuestro rey: Jesucristo. Comparemos los reinados de Salomón y de Cristo. Tomemos como referencia lo que de Salomón se decía en su tiempo.

"... sirvieron a Salomón todos los días que vivió" (21). Nadie puede recibir el respaldo de alguien si éste no representa un verdadero beneficio. Salomón estaba decidido a servir a Dios y a proteger a su pueblo. Logró que el pueblo obedeciera. ¿Qué podemos decir de Cristo? Se hizo hombre, vino a morar entre nosotros y murió en la cruz por nuestros pecados. Cristo merece nuestro servicio siempre, no hay pretexto.

"... tuvo paz por todos lados alrededor" (24). Su reinado es recordado por la paz que reinaba en sus días. Dios nos ofrece su paz a través de su Espíritu Santo, sabiduría a través de su palabra y amor a través de la obra gloriosa de Jesús.

"Y para oír la sabiduría de Salomón..." (34). Todos querían conocer y escuchar a Salomón. No lo dice el texto, pero no dudemos que en esos días los pueblos vecinos hubiesen deseado ser gobernados por Salomón o haber nacido judíos. Jesús provoca en quienes lo reciben como su salvador, gozo, alegría, paz, misericordia y mucho más. Pero, ¿vivimos como el pueblo de Israel, orgullosos de proclamar que Jesús es nuestro rey? ¿La gente alrededor nos pregunta por qué somos diferentes? Si esto no sucede, posiblemente no estamos sirviendo al verdadero rey, Jesucristo.


APLICA. ¿Eres alguien que demuestra un enorme gozo por ser cristiano? Haz una lista de cosas que debes hacer para lograr que la gente vea que realmente eres hijo de Dios. Quizás debes dejar de hacer ciertas cosas. ¡Sé honesto!


ORA. Señor, ayúdame a vivir como el hijo del Rey que tú eres para mí. Quita de mí lo que estorba y ayúdame a reconocer mis errores.



UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)









TRADUCCIÓN