Año 1 - Semana: 35 - Día: 5
LEE Números 6:1-21 – Detalles sobre la ley del
nazareato.
MEDITA. El nazareo era una persona, hombre o mujer, que se había
separado completamente para el servicio; para ello debía cumplir con algunas
condiciones, de manera que fuese conocida su condición de nazareo. Entre ellas se pueden mencionar: no beber
vino ni otro tipo de licor; las uvas debía comerlas secas, no frescas; y
otra importante señal era dejarse el cabello largo. Además de esto, no debía
acercarse nunca a un muerto, así fueran su padre, madre o hermanos. (2-8)
En estos capítulos se
detallan todas las condiciones y normas a seguir en caso de toparse con una
persona que repentinamente moría cerca de él, pues eso afectaría su santidad y
debía purificarse; en ese caso deberá reiniciar otra vez su nazareato, porque
sus días anteriores de nazareo serán anulados (9-12). Al finalizar su tiempo de
nazareo, debía ofrecer holocausto, expiación y ofrenda de paz, no pudiendo
hasta entonces raer su cabeza consagrada. (13-21)
Dios nos ha llamado
al servicio. El apóstol Pablo no nos
manda dejar crecer nuestra cabellera, pero sí nos pide santidad. Dios
quiere que nos apartemos del mundo y de su maldad y que seamos santificados en
su Palabra (lee la oración intercesora de Jesús por sus discípulos en Jn. 17).
Pablo nos hace un llamado similar en Romanaos 12.1-2; nos pide que hagamos la
voluntad de Dios presentando nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y
agradable.
APLICA. ¿Te das cuenta del compromiso que
tienes con Cristo el hecho de ser hijo de Dios? Si tu respuesta es sí, ¿te has
hecho un auto examen al respecto? ¿Cuáles son los frutos o evidencias de tu
fidelidad a ese compromiso?
ORA. Señor he aquí tu siervo; dame unción y poder para servirte
con la santidad que tú te mereces.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)