Año 1 - Semana: 34 - Día: 6
LEE Números 3:1-10 – La designación de las tareas de
los levitas.
MEDITA. “Lo primero, primero". Si esto nos parece nuevo a
nosotros, para Dios no lo es. Vemos que en este capítulo, ya Dios había
ordenado hacer los primeros censos; éstos ya habían sido realizados, las
familias ya estaban ubicadas, pero al momento de delegar responsabilidades, los
primeros en recibir las indicaciones son los sacerdotes ungidos y consagrados
para el ministerio (3, 7). Dios empezó a
delegar responsabilidades directas a personas específicas, y comenzó con lo
más importante. El Señor tenía las indicaciones necesarias para la gente
escogida. Le dio las indicaciones al líder del pueblo y le dijo cuáles eran las
responsabilidades y los privilegios que los levitas tendrían en ese trabajo.
(6-10)
También es importante
observar que al asignar este trabajo se dejan claras al menos dos cosas:
primero, se refiere a quienes son los únicos que tienen la responsabilidad del
servicio en el tabernáculo. Nadie más podrá ejercerlo y si alguien se atreve a
acercarse, morirá (10); segundo, cuando alguien es ungido para el sacerdocio,
debe hacer el trabajo asignado de manera honesta y cumpliendo con la ley y
preceptos indicados por Dios a Moisés y conocidos por el pueblo.
Cuando el trabajo no se haga como Dios lo ha indicado, esto
traerá también un fuerte castigo (4). Por tanto es necesario conocer exactamente qué es lo
que se debe hacer y qué es lo que no se debe hacer. Los líderes, Moisés y Aarón
debían enseñar eso a los levitas y dejarles en claro esas normas y preceptos.
APLICA. ¿Estás consciente de cuál es tu
ministerio en la Iglesia? ¿Conoces qué debes hacer y cómo hacer tu ministerio?
¿Lo estás cumpliendo sin llevar nada "extraño" a la casa de Dios?
ORA. Señor ilumíname por medio de tu Espíritu para cumplir sólo
tu voluntad y desempeñar mi ministerio de manera correcta.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)