“...es poderoso para socorrer a los que son tentados.” Hebreos 2:18
¿Te van a
embargar la casa? Jesús no tenía dónde reposar Su cabeza. ¿Alguien se ha
aprovechado de ti? Jesús vivió entre esclavos y pagaba impuestos a un emperador
extranjero. Si tu problema es lo contrario y diriges un negocio próspero,
¿entiende Jesús de eso? Sí, puesto que reclutó y supervisó Su propia
organización: setenta hombres y un grupo de mujeres que lo apoyaban con sus
finanzas y que lo tenían como líder. ¿Tienes la responsabilidad de presupuestar
y de contratar a trabajadores? Jesús sabe que el liderazgo no es cosa fácil. Su
grupo incluía un zelote que odiaba a los romanos y un recaudador de impuestos
que trabajaba para ellos. ¿Y qué hay de las tensiones familiares? “Cuando los
familiares de Jesús supieron lo que hacía, fueron para llevárselo, porque
decían que se había vuelto loco” (Marcos 3:21 TLA). ¿Te ha acusado alguien
injustamente? La víspera de Su muerte, la gente buscaba “falso testimonio
contra Jesús para entregarlo a muerte” (Mateo 26:59). Jesús vivió todos los aspectos de la vida humana, todo el dolor y todas
las tentaciones (Hebreos 2:18).
El escritor Max
Lucado escribe: “Jesús estuvo tan enojado como para depurar el templo, tan
afligido como para llorar en público, fue tan alegre como para que lo llamaran
borracho, tan encantador como para atraer a los niños, tan pobre como para usar
una moneda prestada como ilustración de un sermón, tan radical como para que lo
expulsaran de la ciudad, tan responsable como para cuidar de Su madre, tan
tentado como para conocer el olor de Satanás y se sintió tan angustiado como
para sudar sangre”. Entonces, ¿por qué aguantó Jesús el dolor más horrible del
mundo? Para que no te quede ninguna duda de que Él “es poderoso para socorrer a
los que son tentados” (Hebreos 2:18). Hoy mismo Jesús escucha tu clamor.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")