Año 1 - Semana: 9 - Día: 1
LEE Salmos 3:1- 8 - ¿Cuál es mi parte?
MEDITA. Al leer este salmo ¿observaste cuántos versículos utiliza el salmista
para describir su situación de susto y persecución? Vuelve a leer el salmo
ahora. No sigas leyendo la meditación hasta haberlo leído nuevamente. Habrás
visto que de ocho versículos sólo dos son los que utiliza para ese fin. Si de
porcentajes hablamos, es el 25%. El otro 75% lo emplea para recordar tres
cosas:
- Quién es Dios (3-4),
- Qué hará Dios en él (5-6), - Qué hará Dios por él (7-8)
Medita en lo siguiente:
¿Cuántas veces en el día utilizas tiempo para detallar a tu esposo/a, jefe o
compañero/a de trabajo los apremios que debes soportar? ¿Cuál sería el
porcentaje de tiempo empleado sobre un total de 24 horas que tiene un día?
Dios no se ha olvidado de tu vida, de los impuestos que
debes pagar, las deudas a afrontar, de las necesidades de tus hijos. Él sigue siendo
escudo alrededor de ti y el que levanta tu cabeza. Él sigue respondiendo cuando
clamas a él. Él sigue cuidando tu sueño.
Entonces, “¿hasta
cuándo permitirás los pensamientos de iniquidad?” (Jer. 4:14b). Dios mismo es
quien te afirma, que “tiene pensamientos de bien y no de mal” para tu vida. ¿Lo
dudas o lo crees? No te quedes en el intento de crecer en la confianza en Dios.
Es asunto serio, actúa ya.
APLICA. Yo (usa tu nombre), decido ejercitarme en lo siguiente para crecer en
confianza en mi Dios:
1.______________________________________________
2.______________________________________________
ORA. Señor, no puedo hacerlo solo.
¿Quieres ayudarme a lograrlo?
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)