“Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que
yo hago también él las hará, y aún las hará mayores, porque yo voy al Padre.” Juan 14:12
¡Oh, que no nos
gloriemos en algo más que no sea la cruz! Por mi parte, estoy contento de ser
un tonto, si el Antiguo Testamento se considera una tontería. Lo que es más,
estoy contento de perderme si el sacrificio de Jesús no trae la salvación.
Estoy tan seguro de lo que creo que si me quedara solo en el mundo como el
único creyente en la doctrina de la gracia, no pensaría en abandonarla, ni en
transformarla un poco para ganar a otra persona.
«Cuando venga el Hijo
del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?» (Lucas 18:8), la clase de fe que
merece de nosotros. ¿Creemos en Jesús de forma práctica, con un estilo que se
centra en los hechos? ¿Es nuestra fe hecho y no ficción? Si hemos conocido la
verdad de la fe, ¿tenemos el grado de fe que debemos tener? Solo piensa en
esto: «Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza,
podrán decirle a esta montaña: “trasládate de aquí para allá» (Mateo 17:20).
¿Qué quiere decir esto? Hermanos, ¿no nos hemos salido de la vía? ¿Sabemos, por lo menos, qué significa tener
fe? A veces me cuestiono si creemos de verdad. ¿Qué señales siguen a
nuestra creencia? Cuando pensamos en los prodigios que pudiera hacer la fe,
cuando consideramos las maravillas que nuestro Señor pudiera haber hecho entre
nosotros si no hubiera sido por nuestra incredulidad, ¿no nos sentimos
humillados? ¿Nos hemos lanzado alguna vez a las profundidades confiando por
completo en el Dios eterno? ¿Nos hemos aferrado a las promesas de Dios y
descansado solo en el brazo del Omnipotente, el cual es más que suficiente para
hacer cumplir cada promesa?
(A través de la Biblia en un año: Salmos 13-16)
CHARLES SPURGEON - (Dev. “A LOS PIES DEL MAESTRO”)


