“Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten…” (2 Corintios 9:8 NTV)
“Mi Dios, pues,
suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
(Filipenses 4:19). ¿Qué riquezas? ¡Las de Dios! Y su capacidad de bendecirte no
está restringida por el mercado laboral, ni por la Bolsa, ni por el mercado
inmobiliario. Durante 40 años alimentó a su pueblo en el desierto con maná del
cielo; también envió cuervos a llevar carne a Elías durante una época de
hambruna; y alimentó a cinco mil personas con el almuerzo de un niño. Pablo
escribe: “Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces
siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con
otros. Efectivamente, serán enriquecidos en todo sentido…” (2 Corintios 9:8, 11
NTV).
La mentalidad
de escasez está arraigada en el miedo y
denota falta de confianza en el poder maravilloso de Dios para suplir todas
nuestras necesidades con Sus recursos inagotables. Está basada en el falso
concepto de que si alguien tiene algo, tú no puedes tenerlo también porque
solamente hay un pastel y cada trozo que alguien toma significa que queda menos
para ti. Te hace creer que las bendiciones de otros son a expensas tuyas. Te
dice ‘Si tú ganas, yo pierdo’. ¡Así no se puede vivir una vida abundante! Empieza
hoy a “reprogramar" tu forma de pensar. Recuerda que no estás compitiendo
con nadie para nada y en ninguna área de tu vida. Aférrate a las palabras de
Jesús: “…Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. (Juan 10:10). Y ora: ‘Padre, ayúdame a rechazar todo pensamiento de
escasez. Muéstrame cómo ayudar a otros a conseguir sus metas compartiendo mi
tiempo, mis talentos y mi tesoro. En el Nombre de Jesús te lo
pido. Amén’.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


