“...mi poder se perfecciona en la debilidad...” 2
Corintios 12:9
Si sabes que
eres excesivamente controlador, intenta hacer lo siguiente:
1) En lugar de tenerle pavor a la impotencia,
acéptala como algo que te fortalece. Ésta te predispone a ser testigo del
poder de Dios, porque “...mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios
12:9). Ríndete y deja que Dios actúe.
2) Sé pronto en reconocer tu impotencia delante de
Dios. El Rey Josafat comprendió que su capacidad militar no era suficiente
contra los tres ejércitos invasores, por lo que oró: “¡Dios nuestro!... no
tenemos fuerza con que enfrentar a la multitud tan grande que viene contra
nosotros; no sabemos qué hacer, y a Ti volvemos nuestros ojos” (2 Crónicas
20:12). ¿Cómo acaba la historia? ¡Milagrosamente! Los ejércitos invasores se
destruyeron entre sí y los soldados de Josafat no tuvieron ni que luchar. Serás
testigo de los mayores milagros en tu vida cuando menos capaz te sientas y más confíes
en la intervención de Dios.
3) Medita en las Escrituras que hablan de la
soberanía de Dios y de la futilidad de intentar controlarlo todo. “Los
dados se tiran... pero la decisión depende del Señor” (Proverbios 16:33 BLP).
“El ser humano concibe proyectos, lo que prevalece es la decisión el Señor”
(Proverbios 19:21 BLP). “Él hace lo que quiere entre los ángeles del cielo y
entre la gente de la tierra. Nadie puede detenerlo ni decirle: ‘¿Por qué haces
estas cosas?’” (Daniel 4:35 NTV). Relájate y confía en Dios, porque Él sabe lo
que está haciendo, y es siempre para tu bien.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")