"...Dios lo encaminó a bien... para mantener con vida a
mucha gente" Génesis 50:20
La vida de José en muy
pocas palabras: Sus hermanos lo echan a un pozo, su jefe lo mete en la cárcel y
Dios lo pone en un trono. Y con esto aprendemos que:
1) Tu sueño puede acabar siendo diferente de lo que te
imaginabas. De niño, José soñaba con estar en un puesto de poder, pero Dios tenía
algo mejor: salvar a una nación. Lo que Dios ha dispuesto para ti muchas veces
superará lo que esperas, bendecirá a los demás y promoverá Su reino en la
Tierra.
2) Cuando te parece que estás perdiendo, estás aprendiendo. Cuando te traten
injustamente y pases apuros, de nada te servirá quejarte. Es más, no crecerás
mientras te quejes. De todas tus experiencias se puede aprender algo, así que
recibe la enseñanza y sigue adelante. Cuando la vida te tire al suelo, mira que
caigas de rodillas.
3) Que sea Dios quien te "ascienda" y no tú mismo. Cada vez que José
intentó "ascender" por sí mismo, le salió mal. Mira lo que pasó
cuando le pidió al compañero suyo de la cárcel, el copero real, que le
recomendara a Faraón: "El jefe de los coperos no se acordó de
José..." (Génesis 40:23). José aprendió a las duras que el éxito viene de
Dios y que debemos darle a Él todo el mérito. El único progreso que cuenta es
el que viene de Él. Así que ora así: 'Señor, ayúdame a ver las dificultades
presentes como escalones que me hacen madurar. Dame paciencia para esperar el
"ascenso" que viene de Ti. Ayúdame a recordar que me das de tus
bendiciones por un motivo: bendecir a otros'.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")