"...el Espíritu Santo... [os] enseñará todo..."
(Salmos 31:15 NTV)
Igual que un profesor
al dejar su puesto presenta a su remplazo a los alumnos, Jesús nos presenta al
Espíritu Santo. ¡Y el respaldo que Le da no puede ser mejor! Llama al Espíritu
Santo Su "representante". El Espíritu Santo que mora en ti actúa en
el nombre de Cristo con la misma autoridad y poder. ¡Qué tranquilidad da saber
eso cuando estás empezando una nueva etapa en la vida en la que muchas cosas
serán diferentes! Este versículo está traducido diferente según las distintas
versiones de la Biblia: "Consejero", en el sentido de
"amigo"; "El que ayuda"; "Intercesor";
"Abogado", "El que fortalece". En la versión original en
griego, se hace referencia al Espíritu Santo como Parakletos, una palabra compuesta por "para", que
significa "al lado de" y "kletos",
que significa "alguien que ha sido designado para ti".
Al Espíritu Santo se le ha asignado que vaya a tu lado. Él
es la presencia de Jesús en ti. Fíjate cómo los discípulos necesitaban que se les
animara: es la noche del jueves antes de la crucifixión; al amanecer
abandonarían a Jesús; en veinticuatro horas Él estaría colgado de la cruz y
ellos se sentirían como si se les hubiera venido el mundo encima. Pero Jesús
quería que supieran que ya nunca más tendrían que enfrentarse al futuro sin Su
ayuda. Y tú tampoco. Te lleve a donde te lleve la vida, Él estará ahí a tu
lado. Como dice la letra de un antiguo himno cristiano: "El conmigo está,
puedo oír su voz, Y que suyo, dice, seré, Y el encanto que hallo en Él allí,
Con nadie tener podré".
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")