YO SOY DIOS Y TÚ NO
PREPARA TU
CORAZÓN PARA MUJER VERDADERA '15
Ministerios Aviva nuestros corazones.com
Texto para meditar: Job 38
“¿Alguna vez en tu vida has mandado
a la mañana,
y hecho conocer al alba su lugar…?” Job 38:12
Necesitamos que Dios nos haga esta pregunta cada vez que nos olvidamos
de que Él es Dios y no nosotras. Es tan fácil irnos deslizando hacia un
espíritu orgulloso; tan fácil proteger nuestros pequeños reinos, y pensar, “lo tengo todo bajo control, y si los demás
se ajustaran a mi, ¡las cosas funcionarían mucho mejor!”
Cuando tratamos de enfrentarnos a Dios y cuando lo retamos con la
injusticia de nuestra situación, podemos convertirnos en niños malcriados,
acusando a gritos a un padre que nos cuida: “¿por qué hiciste eso?” Aunque Job no estaba gritándole a Dios, y
aunque no hizo pataletas y parecía ser paciente, en su corazón estaba acusando
a Dios de ser injusto con él. Así que
Dios, con una descarga de más de 80 preguntas, procede a mover a Job de la
posición retadora en la que se encontraba a una posición mucho más humilde, de
enmudecimiento.
Si no somos cuidadosas, nuestro dolor y nuestras heridas pueden
infectarse con el resentimiento y la autocompasión. Movidas por nuestro dolor pudiéramos atacar a
Dios con acusaciones tales como “¿Por qué?” Nos permitimos a nosotras mismas
olvidarnos de la verdad de Su Palabra —del hecho de que Él nos cuida y nunca
nos dejará ni nos desamparará, de que Él desea consolarnos en nuestra aflicción—
y en lugar de ello nos levantamos como su acusador. Es ahí cuando necesitamos
escucharle preguntar: “¿Alguna vez en tu vida has mandado a la mañana, y hecho
conocer al alba su lugar?”
Tenemos que recordarnos a nosotras mismas de manera regular: “Aunque
crea que estoy en lo correcto y que tengo todas las respuestas, ¡no hice que el
sol saliera esta mañana! Él es Dios; ¡yo
no!”
TÓMATE UN TIEMPO PARA REFLEXIONAR
No siempre podemos darnos cuenta cuando nuestra ira y nuestra
autocompasión se convierten en acusaciones en contra de la justicia de Dios o
cuando estamos tratando de ser nuestro propio “dios” al luchar por tener el
control. Algunas veces una pregunta
franca puede sacudirnos y hacernos volver a la realidad. ¿Estás
luchando con ira y amargura contra Dios debido a las circunstancias que
atraviesas en tu vida? ¿Ves a Dios no sólo como Soberano, sino también como
Bueno? ¿Demuestra tu vida que te has rendido ante el control de Dios? Lee y ora
sobre el texto de Job 38. ¿Qué
puedes observar en este capítulo sobre Dios que pueda relacionarse a alguna
situación por la que estés atravesando actualmente?


