"Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben
qué día vendrá su Señor" Mateo
24:42
En un momento en el que
ellos no pensaban, vino el Hijo del Hombre. Sin embargo, ahora que tenemos las
palabras de las Escrituras para asegurarnos de que él vendrá pronto y que su
premio está con él y su obra delante de él, ¡cuán pocos lo esperan! Desde el
mismo momento en que la venida de algún príncipe extranjero o el advenimiento
de algún suceso importante se divulga entre la gente, estos se buscan y se
anticipan. Pero Jesús, para tu venida, para tu glorioso advenimiento, ¿dónde
están aquellos que esfuerzan sus ojos para percibir los primeros rayos del sol
naciente? Hay muy pocos de tus
seguidores que esperan tu aparición.
Nos encontramos con
unos pocos hombres que andan como si supieran que el tiempo es corto y que el
Maestro pudiera regresar cuando el gallo cante o a media noche o en la vigilia
del día. Conocemos a unos pocos discípulos amados que con corazones anhelantes
pasan agradablemente las horas tediosas mientras preparan canciones para
recibirte, ¡oh, Emanuel! Señor, aumenta el número de aquellos que te buscan y
anhelan y oran y esperan, y que vigilan las horas tediosas de la noche en
espera de la mañana que traerá tu venida.
(A través de la Biblia
en un año: Lucas 13-14)
CHARLES SPURGEON - (Dev. “A LOS PIES DEL MAESTRO”)


