"...No le digas: «vuelve mañana y entonces te
ayudaré»" (Proverbios 3:28 NTV)
La Biblia dice:
"No dejes de hacer el bien a todo el que lo merece, cuando esté a tu
alcance ayudarlos. Si puedes ayudar a tu prójimo hoy, no le digas: «Vuelve
mañana y entonces te ayudaré»" (Proverbios 3:27-28 NTV). Postergar la
obediencia a Dios es algo engañoso. No lo consideras desobediencia porque
tienes la intención de cumplirlo. El problema es que lo piensas hacer cuando
tengas más dinero, cuando no estés tan ocupado, cuando se acaben las
vacaciones, cuando los niños vuelvan al colegio, etc. Antes de que Dios aumente
Sus bendiciones, mira bien lo que haces con lo que ya tienes. Por ejemplo, no te molestes en pedirle más dinero para
poder bendecir a los demás, si no estás bendiciéndolos con lo que ya te ha dado.
Seguramente
dices: 'Pero no tengo mucho en este momento'. No es sólo cuestión de dinero.
¿Eres capaz de dar una palabra de ánimo, o una hora de tu tiempo, o
sacrificarte para ayudar a un necesitado? Cuando Dios te pide algo, quiere que
lo hagas cuando Él lo indique, no cuando a ti te venga en gana. "Jesús le
dijo a otro: 'Sígueme'. Éste contestó: 'Lo haré, pero déjame unos días. Tengo
que hacer arreglos para el entierro de mi padre... Otro le dijo: 'Estoy listo
para servirte, Maestro, pero tengo que arreglar antes unas cuantas cosas en casa'.
Jesús dijo: 'No podéis postergar lo que os pido. El Reino de Dios no se puede
aplazar. Aprovechad la oportunidad'" (Lucas 9:59-62 parafraseado). Las
consecuencias de una obediencia postergada son oportunidades perdidas. ¡Así que
hazlo ahora!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")