"Cuando me enteré de estas cosas, me senté y
lloré..." (Nehemías 1:4 – NVI)
A pesar de
situaciones imposibles y enemigos implacables, Nehemías reconstruyó los muros
de Jerusalén en sólo 52 días. ¡Fue un logro increíble! Y ni siquiera era un
constructor; él era un camarero en el palacio de Artajerjes, un rey pagano. El
genio y pionero de los cohetes Robert
Goddard dijo: "Es difícil decir lo que es imposible, porque el sueño de
ayer es la esperanza de hoy y la realidad de mañana". Así que antes de
decir, 'No se puede hacer", o "yo no tengo las características”,
vamos a examinar la historia de Nehemías para los próximos días.
La primera lección que aprendemos es: hay que
encontrar una necesidad que te mueve. "Ellos me dijeron... "El
muro de Jerusalén está derribado, y sus puertas quemadas a fuego." Cuando
oí estas cosas, me senté y lloré. Durante algunos días hice duelo... ayunaba y
oraba antes... a Dios..." (Nehemías 1:3-4 NVI). “Señor, te suplico que
escuches nuestra oración… Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener
éxito…” (Nehemías 1:11 NVI). Cuando encuentres una necesidad que te hace llorar
y te hace decir: “¡Hay que hacer algo sobre esto!” lo más probable es que Dios
te esté llamando a hacer algo. Tú puedes ser un
líder como Nehemías, o simplemente puedes ser como uno de los seguidores que le
ayudaron. De cualquier manera, cuando Dios mueve tu corazón acerca de una necesidad,
te está llamando a involucrarte y tomar medidas. Si estás dispuesto a decir:
'¡Sí!' entonces él va a colocar los recursos del cielo a tu disposición. Cuando
tu corazón dice, 'Esto es lo que nací para hacer ", puedes haber
encontrado la visión de tu vida.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


