ALIANZAS
Por Milagros García Klibansky
“No estén unidos en yugo desigual
con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O
qué comunión la luz con las tinieblas?” 2
Corintios 6:14
“No hagas pacto con los habitantes
de aquella tierra, no sea que cuando ellos se prostituyan con sus dioses y les
ofrezcan sacrificios, alguien te invite y comas de su sacrificio.” Éx. 34:15
Alguna vez se ha notado cuántas veces clamamos a Dios por ayuda ante
alguna situación difícil o insoluble y después que nos rendimos a sus pies, nos
levantamos y comenzamos a planificar qué vamos a hacer para darle solución. ¿Te
ha pasado? A mí me ha pasado y me sorprendo haciéndolo, me avergüenzo de mi
actitud, pero los errores continuarán, multiformemente.
Una de las técnicas que usamos es la de pactos o alianzas, muchas veces
con las personas y en la dirección equivocada. Y en nuestra incursión nos
encontramos muchas personas que desean “ayudarnos” y caemos.
Cuidado con los que quieren hacer
alianza con nosotros, consultemos la palabra de Dios y a Dios mismo en oración. Debemos dejar claro bajo qué leyes
será la alianza, pues esto puede desencadenar una acción progresiva que afecte
nuestros principios y doctrina los cuales no son negociables.
Pero es tentador el camino ancho, ¿Para qué tomar la senda estrecha y el
camino angosto? (Mateo 7:14), porque
es agradable caminar sobre césped, aunque en ese camino son tantos los que
transitan que es difícil encontrar un tesoro, es por eso que la Salvación pocos
son los que la hallan.
Busquemos la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta.
El plan de Dios trasciende a
nuestras vidas y otros repetirán nuestros errores, no dejemos un legado de alianzas
erráticas.
Mostremos a los que nos suceden fidelidad inmanente. Dios es inmutable, por eso
no somos consumidos (Hebreos 13:8).
Que nuestra alianza con Él sea inconmovible, porque Él nos anhela
celosamente (Santiago 4:5).
Tu pacto con Dios tiene perspectiva de eternidad.


