"Estad quietos y conoced que yo soy Dios" Salmos 46:10
Según un escritor:
"Cuando estés agobiado de tanto quehacer, en lugar de regañarte por las
veces que no das la talla "espiritualmente", va siendo hora de
"hacer un torniquete en la herida de las muchas ocupaciones... [o] tendrás
una hemorragia espiritual mortal. Hacer más cosas y más rápido no nos traerá
paz. Las distracciones no son más que un escape momentáneo. Tarde o temprano
tendremos que parar... El Salmo 46:10 dice: "Estad quietos y conoced que
Yo soy Dios". Cuando estamos obligados a quedarnos quietos, la magnitud
del peso que llevamos encima parece enorme y la soledad insoportable. Pensamos
que la adrenalina del momento hace que no pensemos... que no sintamos... que no
seamos conscientes de que tarde o temprano tendremos que hacer una pausa".
Cuando necesites restaurarte espiritualmente, ve directo al
trono, ¡no al teléfono! Aunque tengas muy buenos amigos, ellos no pueden saciar tu
necesidad como lo hace Dios. Jesús dijo: "Venid a Mi... y Yo os haré
descansar" (Mateo 11:28). Acepta Su invitación personalizada para hablar
con Él y dile cómo te sientes, igual que un niño habla con su padre que le
puede ayudar. Prepara un lugar especial para estar a solas con Dios, y
disciplínate a ir allí a menudo. Y no le cuentes sólo lo que necesitas, sino
escucha lo que Él te quiere decir. No tengas prisa por volver al ritmo
frenético del mundo; quédate en la presencia de Dios hasta que entiendas que el
peso que llevas encima no tienes por qué llevarlo solo. Lo más importante es
encontrar tiempo para lo que consideramos prioritario, así que decide qué es
fundamental en tu vida y "busca primeramente el reino de Dios" (Mateo
6:33). Se cumplirá lo de "acercaos a Dios, y Él se acercará a
vosotros" (Santiago 4:8).
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


