“Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre!
Amén.” 2 Pedro 3:18
¿Cómo se obtiene la
vida eterna? Bueno, se aferra mediante la fe en Jesucristo. Confiar en el Señor
Jesucristo es algo muy sencillo y no obstante, es la única manera de obtener la
vida eterna. Jesús dice: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí
vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees
esto?» (Juan 11:25-26). Mediante la fe acabamos con toda la confianza que pueda
venir de uno mismo y nos apoyamos por completo en la completa expiación que
hizo el Señor Jesús, a quien Dios envió como propiciación: es así que podemos
recobrar la vida. La fe y la nueva vida van juntas y nunca se pueden dividir.
Esta vida, una vez que
se comienza a vivir, se ejercita con acciones santas. Día en día nos aferramos a la vida eterna al ejercitarnos en la piedad
mediante obras de santidad y de bondad. Deja que tu vida sea de oración y
alabanza porque estas son el aliento de la nueva vida. Todavía tenemos la vida
animal y mental pero estas deben ser solo los atrios exteriores de nuestro ser:
nuestra vida más íntima debe ser espiritual y completamente consagrada a Dios.
Que de ahora en adelante la devoción sea tu respiración, la fe el latido de tu
corazón, la meditación tu alimento, el auto examen tu aseo y la santidad tu
andar.
Al aferrarte a esta,
recuerda que el crecimiento la aumenta. Con todo fervor obtén más y más de
esta. No tengas miedo de tener demasiada vida espiritual. Aférrate a ella
porque Cristo no sólo vino para que tuviéramos vida sino para que la tuviéramos
de manera abundante.
(A través de la Biblia
en un año: Hageo 1-2)
CHARLES SPURGEON - (Devocional “A los Pies del Maestro”)


