"Los sabios tienen riquezas y lujos" (Proverbios
21:20 NTV)
Una de las causas más
comunes de la ruptura matrimonial es las finanzas. Se cuenta de un monaguillo
que durante una boda pasaba el plato de la colecta en la iglesia. Cuando uno de
los invitados no quiso dar nada, le dijo: 'Entiendo cómo se siente señor, pero
el padre de la novia necesita el dinero'. Hablando en serio, la razón
primordial de divorcio en estos días es el dinero. Es bastante curioso, dado
que ahora tenemos mucho más que en generaciones pasadas. ¿Dónde radica el
problema, entonces? En pocas palabras: en nuestro estilo de vida. Cuanto más tenemos, más queremos y más
estamos dispuestos a endeudarnos para conseguirlo. Cuando las cosas van
bien, esa filosofía funciona, pero en los últimos 50 años hemos vivido varias
crisis económicas.
Pongamos un ejemplo: ¿Alguien
que compró una vivienda por 100.000? pensando que la iba a vender por 200.000?
Dos años más tarde, acabó perdiéndolo todo porque el mercado inmobiliario se
desplomó. Imaginemos la presión que eso causa en el matrimonio. Los fuertes
aguantan; los débiles no. En los últimos tiempos se ha vuelto a oír una palabra
que teníamos olvidada: frugalidad. Significa comprar sólo lo que te puedes
permitir. La Biblia dice: "Tesoro preciado... hay en la casa del sabio,
pero el hombre insensato todo lo disipa" (Proverbios 21:20). Los expertos
financieros recomiendan tener un fondo en una cuenta de ahorros para poder
sobrevivir seis meses en caso de situaciones adversas. En la última década
hemos vivido una gran crisis económica. Eso nos enseña que el secreto de la
felicidad en el matrimonio no es gastar al máximo, sino ahorrar y sacar tiempo
para disfrutar de lo que se tiene.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


