"El Señor... escondió su rostro... En él confiaré"
Isaías 8:17
¿Sientes que Dios está
distante? Floyd McClung escribe: "Un día te levantas por la mañana y todas
las emociones espirituales han desaparecido. Oras, pero no sucede nada.
Reprendes al enemigo, pero nada cambia. Te ejercitas en las disciplinas espirituales,
pones a tus amigos a orar por ti, confiesas todo pecado imaginable y luego les
pides perdón a todos tus conocidos. Además de eso ayunas; pero nada. Te
preguntas cuánto va a durar ese estado de depresión espiritual. Pareciera como
que las oraciones rebotaran del techo. Tremendamente frustrado, dices: '¿Pero
qué me pasa?' Todo eso forma parte de la prueba y del proceso de madurez en tu
relación con Dios. Todos pasamos por ello. Es doloroso, pero esencial para
edificar tu fe.
Mira, Dios siempre está
presente, aunque tú no lo sientas. Su
presencia es demasiado profunda para ser medida por el intelecto o las
emociones. Dios está más interesado en que confíes en Él que en que lo
sientas. "...Sin fe es imposible agradar a Dios..." (Hebreos 11:6).
Seguro que te preguntas: '¿Qué hacer?' Isaías nos da la respuesta: "El
Señor... escondió su rostro... En Él confiaré" (Isaías 8:17). Piensa sobre
todo en el amor y la fidelidad inmutables de Dios. Aférrate a Sus promesas.
Durante las épocas de sequedad espiritual descansa en Su Palabra, no en tus
sentimientos. Date cuenta de que Dios te está llevando a un grado más alto de
madurez. Toda amistad basada exclusivamente en las emociones es muy
superficial. Así que no te agobies por las pruebas. La gracia de Dios sigue ahí
con toda su fuerza. Él está contigo aunque no lo sientas. Su Palabra para hoy
es: "...No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5).
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


