"Llegaron... unos sabios... ¿Dónde está...? -preguntaron-" (Mateo 2:1-2 NVI)
Consideremos dos cosas
acerca de estos sabios (magos):
1) Quiénes eran. Astrólogos. Los judíos
consideraban la astrología como una falsificación de la verdadera profecía.
Cuidado; hay personas cuyo estilo de vida no apruebas, pero que están buscando
a Dios con sinceridad. Así que sé comprensivo cuando trates con ellos. Los
filósofos griegos de la Colina de Marte tenían un panteón de dioses. ¿Le chocó
eso a Pablo o le disuadió de su propósito? No, los alabó por estar dispuestos a
buscar a Dios y luego añadió: "Dios...
no está lejos de cada uno de nosotros" (Hechos 17:27). No saques
conclusiones precipitadas y descartes a ciertas personas. A los ojos de Dios,
toda mala hierba es una rosa en potencia y todo perdedor es un posible ganador.
¡Deberías alegrarte de eso!
2) La distancia que recorrieron. Dejaron a sus
familias y la comodidad de sus casas y viajaron cientos de kilómetros para
encontrar a Dios. Su viaje completo duró más de dos años. Y acabaron en una
aldea judía cuya cultura les era ajena. Mientras tanto, los líderes de ese
lugar que habían tenido acceso a las profecías acerca del nacimiento de Cristo
no se molestaron en escudriñarlas. Muchas veces citamos Jeremías 29:11: "Yo
sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de
paz y no de mal, para daros el fin que esperáis". Pero no te quedes ahí,
sigue leyendo: "...Oraréis a mí, y yo os escucharé. Me buscaréis y me
hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" (Jeremías
29:12-13). La poetisa Julie Carro escribió: "Hoy en día los sabios buscan
su rostro, como hicieron en los días antiguos; para dar a Dios sus corazones,
más preciosos que el oro y la plata". ¿Hasta dónde estás dispuesto a
llegar en tu búsqueda de Dios?
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


