"el Señor... aumentó
al doble todas las cosas que habían sido de Job" Job 42:10
Ayudar a los demás te
hace feliz; pero ser egoísta, nunca. Un pícaro andrajoso estaba de pie mirando
el escaparate de una tienda de chucherías. Un hombre se acercó y observó la
escena, llevó al chico adentro y le dijo a la dependienta: 'Llene una bolsa con
todo lo que él quiera'. El niño no podía creer su suerte. Mientras se llenaba
la boca con deliciosos dulces, el benefactor le preguntó: '¿Está bueno, hijo?'.
El niño asintió: '¡Ajá!'. Entonces el señor le dijo: '¿Me das uno?'.
Inmediatamente, la expresión del niño ya no era de alegría, sino de miedo y,
agarrando la bolsa, salió corriendo gritando: '¡Es mío, mío!'. La felicidad no
llega por obtener algo, sino por olvidarte de sí mismo y vivir para los demás.
Job, uno de los hombres
más ricos de su época, perdió su salud, sus riquezas y su familia. Cuesta
imaginárselo, ¿verdad? Pero luego ocurrió algo impresionante: "Cuando Job
hubo orado por sus amigos... el Señor le aumentó al doble todas las
cosas..." (Job 42:10). En realidad Job recibió el doble de todo lo que
había perdido. ¿Cómo? Preocupándose por
otros en lugar de darle vueltas a sus propios problemas. Y ese mismo
principio sigue en vigor hoy en día. Jesús advirtió: "Mirad, guardaos de
toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los
bienes que posee" (Lucas 12:15). Dios te bendice por una razón: para que
bendigas a otros. No fuiste creado para ser un almacén, sino un punto de
distribución y reparto. Por cada versículo de las Escrituras que promete éxito
en lo material hay otro que habla de los peligros de acumular desmedidamente.
Así que la palabra para hoy para ti es: ayudar a otros te hace feliz, pero ser
egoísta, nunca.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")