miércoles, 29 de octubre de 2014

Ama a tu pastor 29 octubre




"Él concedió a unos... ser pastores"  (Efesios 4:11 DHH)


Ser pastor es duro. A los pastores les dan más patadas que abrazos. Si un pastor es joven, le falta experiencia; si tiene canas, es muy mayor; si tiene cinco hijos, tiene demasiados; si no tiene ninguno, da mal ejemplo. Si su mujer canta en el coro, es descarada; si no lo hace, no está muy comprometida. Si predica consultando sus notas, es soso; si improvisa, no profundiza mucho. Si pasa mucho tiempo estudiando, descuida a la gente; si los visita casa por casa, no se organiza bien el tiempo. Si atiende al pobre, busca el reconocimiento de los demás; si atiende al rico, le hace la pelota. Si sugiere mejoras, es un dictador; si no lo hace, carece de visión. Si usa demasiados ejemplos, descuida la Biblia; si no usa suficientes anécdotas, no se le entiende.

Si habla en contra del pecado, es legalista; si no lo hace, quiere quedar bien con todo el mundo. Si predica una hora, es pesado; si predica menos no tiene nada qué decir. Si predica la verdad, ofende; si no lo hace, es tibio. Si no logra complacer a todos, hace daño a la iglesia; si intenta complacer a todos, no tiene las ideas claras. Si predica sobre el diezmo, es avaricioso; si no lo hace, impide que crezca su pueblo. Si recibe un buen salario, es un mercenario; si no lo hace, demuestra que no vale mucho. Si predica a menudo, la gente se cansa de oír a la misma persona; si invita a otros predicadores, elude sus responsabilidades. ¡Fíjate! ¡Y pensabas que tu pastor tenía una vida fácil! ¿Te gustaría cambiarle el puesto? Conclusión: Ama a tu pastor.


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN