“Entonces Jesús le dijo:
vuelve tu espada a su lugar… ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi padre,
y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? Mateo 26:52-53
No puede haber límite en los recursos de los que dispone el Cristo de
Dios. Miles y miles de ángeles habrían acudido en su ayuda si Jesús lo hubiera
deseado. La banda de guardias que judas guío hubiera sido un insignificante
enemigo que habría sido aniquilado momentáneamente si el Salvador hubiera
reunido a sus aliados. He aquí la gloria de nuestro traicionado y ahora
arrestado Señor. Si tan poderoso era entonces, ¿qué tal ahora cuando todo poder
le ha sido dado por el Padre? Guarde en su mente la idea clara de que Jesús, en
su humillación, era sin embargo, Señor de todas las cosas, y especialmente del
mundo invisible y de sus ejércitos. Mientras más claramente capte esta idea,
más admirará el amor conquistador que hizo a Jesús morir en la cruz.
Hagamos aquí una pausa de un minuto para recordar que guardadas las
proporciones, los ángeles también están a su disposición. Lo único que tiene
que hacer es orar a Dios y ellos lo llevarán en sus manos para que su pie no
tropiece en piedra. No pensamos mucho acerca de estos seres celestiales,
sin embargo, todos ellos son “Espíritus ministradores enviados para servicio a
favor de los que serán herederos de la salvación” (Hebreos 1:14). Si sus ojos
fueran abiertos, como le ocurrió al siervo de Eliseo, vería “la montaña llena de
gente de a caballo y de carros de fuego” (2 Reyes 6:15-17) rodeando a los
siervos de Dios. Aprendamos de nuestro Maestro a reconocer las fuerzas
invisibles. No confiemos en lo que el ojo ve o el oído oye, sino tengamos
respeto a las fuerzas espirituales que no perciben los sentidos pero que la fe
conoce. En los asuntos de la providencia los ángeles desempeñan un papel mucho
más importante de lo que creemos. Dios puede levantar amigos nuestros sobre la
tierra, y si no lo hace así, puede encontrar para nosotros amigos más capaces
en el cielo. No es necesario sacar la espada y cortar orejas humanas, porque
fuerzas infinitamente superiores obrarán a nuestro favor. Tenga fe en Dios y
“todas las cosas obrarán para su bien” (Rom. 8:28). Los ángeles de Dios
consideran un honor y un deleite proteger al menor de los hijos de Dios.
ORACIÓN. Señor Jesús, Tú has sido exaltado a la diestra del Padre. Nada es demasiado
difícil para Ti hoy. Amén.
CHARLES SPURGEON -
(Devocional diario "LA
ORACIÓN ")


