"...que amonestéis a los que andan
desordenadamente..." (1 Tesalonicenses 5:14 JBS)
"...Que amonestéis
a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que
soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos" (1
Tesalonicenses 5:14 JBS). Lastimosamente, preferimos quedarnos callados y
caerle bien a la gente a decir verdades difíciles. Escribe un maestro: "La
iglesia no es un grupo de individuos que se reúne en el mismo lugar cada
semana; es un cuerpo espiritual, una familia amorosa. Es mucho más fácil animar
y consolar que advertir y exhortar, pero ambas cosas son necesarias. Efesios
4:15 nos dice que hablemos la verdad en amor para que como cuerpo
"crezcamos en todo". Si no nos tomamos el tiempo de exhortar, animar,
advertir, consolar, levantar y ser pacientes, al final todos sufriremos. Tu
cuerpo no funciona bien cuando una parte se duele o no está rindiendo
adecuadamente. Y la iglesia sufre cuando alguno de sus miembros anda
desordenadamente, es cobarde, débil, o está siguiendo una doctrina falsa. Si dejamos que una parte del cuerpo se
infecte o no apoyamos a la parte que está dolida, eso puede conducir a un daño
irreparable. Dejar asuntos serios sin tratar no ayuda en nada a la persona
en cuestión".
Como padres amamos a
nuestros hijos demasiado para pasarles por alto su mal comportamiento. Sabemos
que si no los corregimos eso incidirá negativamente más tarde en su actitud
hacia la autoridad, las relaciones humanas, el rendir cuentas y la disciplina
personal. Los amamos lo suficiente como para corregirlos y guiarlos. Dice
Pablo: "Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que
sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti
mismo, no sea que tú también seas tentado" (Gálatas 6:1 CST). La verdad es
el único fundamento sobre el que se puede edificar y deberías proponerte
hablarla en amor.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


