martes, 12 de agosto de 2014

Ama a tu iglesia; ¡Jesús la ama! (2) 12 agosto




"Vosotros sois como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual..."  (1 Pedro 2:5 CST)


No vamos a la iglesia, ¡somos la iglesia! Si nos reuniéramos para alabar a Dios en el aparcamiento, seguiríamos siendo la iglesia. Considera el templo de Salomón. Fue planeado por David el padre, construido por Salomón el hijo y en su dedicación inundado por el Espíritu Santo. Veamos tres formas en las que tu iglesia es como el templo de Salomón:

1) Fue construido en tierra redimida. El monte Moriá, donde estaba ubicado el templo de Salomón, es el lugar donde Abraham tomó a su hijo Isaac para ofrecerlo como sacrificio. ¿Y sabes qué? Dos mil años más tarde Dios llevó a Su hijo Unigénito a esa misma montaña para que muriera por nuestros pecados. Como dijo G. D. Boardman: "La Cruz es la única escalera lo suficientemente larga para alcanzar el umbral del cielo".

2) Fue el edificio más majestuoso nunca construido. Fue edificado con piedras preparadas de antemano. Fueron primero lavadas, talladas y luego colocadas. Y ésa es nuestra historia ¿verdad? "Vosotros sois como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual... para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo" (1 Pedro 2:5 CST)

3) Los materiales del templo procedían de muchos países. Nosotros no somos salvados por raza sino por gracia. No es la sangre que corre por nuestras venas la que nos salva; es la sangre que fluyó por las venas de Cristo la que nos hace justos y aceptos ante Dios. Hay dos frases únicas que describen el templo (la casa) de Salomón: "magnífica por su excelencia" (1 Crónicas 22:5); "magnífica, gloriosa y reconocida en el mundo entero" (v. 5 NTV). Así es como Dios ve a su iglesia y tú también deberías verla así.


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN