“No altivos, sino asociándoos con los humildes.” Romanos 12:16
No hay
aristocracia alguna en la iglesia, ni lugar para una clase eclesiástica que
merece toda la atención. Pero la
Biblia no dice que usted nunca se asocie con los ricos ni con
las personas influyentes. Es sencillamente que debe sentir más que una obligación
el servir a los humildes porque son los más necesitados.
El Señor
Jesús ilustró debidamente esa verdad: “Cuando hagas comida o cena, no llames a
tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea
que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los
pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque
ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de
los justos” (Lc. 14:12-14).
No es nada
malo que invite a sus amigos y familiares a que coman en su casa. Pero es malo
hacerlo con motivos egoístas, con el propósito de ser recompensado, y sin
consideración alguna por los que no pueden darle nada a cambio.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)