"…Quien no sabe dominar sus impulsos…" (Proverbios 25:28 DHH)
Un niño dice: "Un
niño me obligó a hacerlo, papá. Es un niño malo.” Intentando dar una lección de
responsabilidad a su hijo, el padre replicó: "Hijo, tienes que aprender
que tú eres el guardián de la puerta de tu propia viva. Tú estás en control y
nada puede entrar si tú no se lo permites.” Eso es una ilustración de cómo
funcionan las cosas en la vida espiritual. "Como ciudad sin muralla y
expuesta al peligro, así es quien no sabe dominar sus impulsos” (Proverbios
25:28 DHH); es decir, como una ciudad indefensa, porque su guardián no supo
protegerla. Pero ¿y si el enemigo es demasiado fuerte? Para el pueblo de Dios,
toda guerra es espiritual. Ya sea que estés enfrentando pruebas en el ámbito
social, financiero, emocional o sexual, la batalla debe ganarse espiritualmente
y la regla en la guerra espiritual es esta: "...El que está en vosotros es
más poderoso que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).
Cuando tu territorio
personal está siendo atacado, nunca estás abandonado a tus propios recursos, a
menos que tú lo desees. Por muy incapaz que te sientas, de lo intimidante que
pueda parecer la situación o de las batallas que hayas perdido, el poder del
Espíritu Santo dentro de ti siempre es capaz de garantizarte la victoria. ¿Cuál
es la clave para la liberar ese poder?
(1) “…[Vestíos] con la presencia del Señor Jesucristo. Y no [os permitáis] pensar
en formas de complacer los malos deseos”. (Romanos 13:14 NTV). Invita al Señor
a llevar el timón y a reorientar tus pensamientos.
(2) “...El fruto del Espíritu es… dominio propio…” (Gálatas
5:22-23 LBLA). El Espíritu de Dios no te controlará a la fuerza, pero sí que te hará capaz
de dominar tus impulsos, de resistir la tentación, de superar tu vulnerabilidad
y de ganar la victoria.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")