“Absteneos de toda especie de mal.” 1 Tesalonicenses 5:22
El
aborrecimiento del mal lleva a la abstinencia de él. No se puede tener algún
interés en el pecado y evitar caer en él. Negándose a ser seducido por la tentación,
el justo sabe que “en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de
día y de noche” (Sal. 1:2).
No se puede buscar la justicia y al mismo tiempo
tolerar el mal. Por eso Pablo dio a Timoteo y a todos los creyentes este
mensaje: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe,
el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Ti. 2:22).
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)