"Antes yo tendré
memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y
estableceré contigo un pacto sempiterno." Ezequiel 16:60
A pesar de nuestros pecados, el Señor es todavía fiel en Su amor hacia
nosotros.
Él tiene memoria. Vean cómo recuerda aquellos nuestros tempranos días
cuando concertó un pacto con nosotros y nos hizo Suyos. ¡Felices días aquellos!
El Señor no nos echa en cara esos días ni nos acusa de ser insinceros. No, Él
más bien mira Su pacto con nosotros, y no nuestro pacto con Él. No hubo
hipocresía de parte Suya en ese sagrado pacto, en lo absoluto. ¡Cuán
misericordioso es el Señor de tener memoria en amor!
Él mira también hacia
delante. Él tiene la determinación de que el pacto no falle. Si nosotros no permanecemos firmes en el pacto, Él sí. Él declara
solemnemente: "Estableceré contigo un pacto sempiterno." No tiene en
mente retirar Sus promesas. Bendito sea Su nombre ya que ve el sello sagrado:
"la sangre del pacto eterno", y recuerda a nuestra Fianza, en quien
ratificó ese pacto, es decir, Su propio amado Hijo; y, por tanto, permanece en
Sus compromisos del pacto. "Él permanece fiel; Él no puede negarse a sí
mismo".
¡Oh Señor, pon esta preciosa palabra en mi corazón, y ayúdame para que me
alimente de ella durante todo este día!
CHARLES SPURGEON -
(Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")


